

En los últimos años, el mercado del alquiler vacacional ha crecido enormemente. Suponiendo un antes y un después en el ámbito turístico español.
Esta creciente tendencia a alojarse en viviendas vacacionales, ha crecido, entre otras cosas, porque resulta la opción más económica y cómoda, especialmente, en las Islas Canarias.
No obstante, para los propietarios de las viviendas destinadas a uso turístico, las ventajas son múltiples.
Por un lado, los ingresos de un alquiler vacacional son mucho mayores que los de un alquiler ordinario, generando el primero hasta un 300% más de rendimiento que el último.
Asimismo, nos protegemos antes posibles impagos, dado que se trata de un pago seguro adelantado a la entrada del huésped.
Así como, puedes elegir el huésped que deseas para tu vivienda vacacional.
Por no hablar del cuidado de la vivienda, que será mayor, al tratarse de alquileres de corta duración y tener la posibilidad de hacer un control del estado de la vivienda más a menudo.
No obstante, siempre que lo desees podrás disfrutar de la vivienda, es la ventaja de tener flexibilidad para decidir cuándo y cómo alquilar tu vivienda.
Sin embargo, no podemos olvidarnos de las ventajas fiscales que supone poseer una vivienda de uso turístico.
Pues, no solo el rendimiento económico será superior, sino que los propietarios podrán en su declaración deducir los gastos en los que hayan incurrido.
Un ejemplo sería, los gastos derivados de la factura de la luz, incluso si se trata de una habitación. Ya que, puede aplicarse una deducción de gastos proporcional.
Por otro lado, el legalizar la vivienda vacacional, además de ser un proceso rápido y sencillo, nos permitirá respaldarnos en la ley de alquiler vacacional, ante cualquier problema.
Pero, además, nos permitirá publicitar la vivienda con total libertad, e incluso se nos dotará de una placa identificativa en la fachada de la vivienda, que permitirá su identificación como tal.